Adorado sea el Santísimo Sacramento - Ave María Purísima

Adoración Nocturna Española
Diócesis de León

La Misa constituye un solo acto de culto

Iniciamos este comentario con la transcripción del número 56 de la Constitución Conciliar “Sacrosanctum Concilium”: «Las dos partes de que consta la Misa, a saber, la liturgia de la palabra y la eucarística, están tan íntimamente unidas que constituyen un solo acto de culto. Por esto, el sagrado Sínodo (Concilio) exhorta vehementemente a los fieles acerca de la participación en toda la Misa».

Los padres conciliares se sienten y se hacen aquí auténticos catequistas del pueblo de Dios, y lo hacen con palabras claras y contundentes —íntimamente, vehementemente. A tenor de la enseñanza conciliar la Misa empieza cuando el sacerdote se hace presente en el altar y saluda con las palabras del rituales : «El Señor esté con vosotros» y termina cuando despide al pueblo también con las palabras del rito: «Podéis ir en paz». Dicho esto, dicho queda, y no es difícil entenderlo, que incorporarse a la misma cuando, v.g. ya se proclama la Palabra de Dios, o irse a la calle inmediatamente después de la comunión, significa algo así (y dicho sea esto con todo respeto a la Misa y a los que incurren en este fallo) una mutilación a la misma. Esto es así. No se trata de un acto cualquiera. Se trata de la Misa, lo más excelente, santo y santificador que tenemos los cristianos. La comunidad reunida también se merece este acto de respeto. Hay que valorar todo esto y tener una plausible elegancia y finura litúrgica, como corresponde a celebración tan grandiosa. En la Constitución “Dei verbum” (Palabra de Dios), en el n9 21 se dice: «En los libros sagrados, el Padre, que está en los cielos sale amorosamente al encuentro con sus hijos para conversar con ellos». Este Padre bueno que conversa con sus hijos amorosamente es el mismo que en la comunión sacramental entra corporalmente (realmente) en su pecho en eso que llamamos y es comunión. Cuando habla con ellos, ¿no se da otra forma de comunión? La palabra viva del Dios vivo que escucha el hombre ¿no entra en su mente y en su corazón y hace comunión? No es la comunión sacramental, pero es comunión, porque es unión con Cristo por medio de su palabra.
Aquellas personas que, por las razones que sean, no se atreven o no pueden acercarse a la comunión sacramental, pero escuchan y hacen suya la palabra de Dios, ¿no están haciendo alguna forma de comunión?

Cuando San Pedro le dijo a Jesús tú tienes palabras de vida eterna, ¿no está diciéndole de alguna manera que escucharle es lo mismo que recibir vida eterna? ¿Y qué es la vida eterna sino tener a Jesús eternamente? Todo esto me habla muy alto y muy claro de comunión.
Los cristianos de hoy, como los de ayer y los de mañana, tenemos la urgente necesidad de ir profundizando en los misterios de nuestra fe; y no sólo profundizando, sino dejándonos imbuir por el contenido de los mismos, de manera que, poco a poco, como poco a poco es el desarrollo de nuestra personalidad física, vayamos desarrollando nuestra personalidad cristiana hasta alcanzar esa madurez espiritual que nos haga verdaderos testigos de Cristo en el mundo.

A nadie se oculta que estamos viviendo un cambio acelerado y sorprendente en nuestra vivencia cristiana. Nuestras iglesias cada vez menos concurridas en las celebraciones dominicales. Matrimonios civiles equiparados numéricamente a los canónicos. Niños sin bautizar a la espera de que ellos decidan cuando tengan capacidad para hacerlo, y que nunca lo harán. También despedidas de difuntos en un acto civil que ignora a la iglesia donde fueron bautizados y en la que vivieron su primera comunión y su matrimonio con todas las bendiciones divinas.

Me cuesta escribir todo esto: me cuesta y me duele. Pero algo, o más bien Alguien me dice que no debo callarme. Sólo busco tender una mano amiga que ayude a algunos de mis hermanos, cualquiera que sea, a salir de ese atolladero en que se han metido sin saber cómo ni porqué. Así cumplo con mi deber de pastor para que Dios no me pida cuenta de haber abandonado el cuidado de mis ovejas.