El privilegio de la exposición permanente del Santísimo
La Real Colegiata Basílica de San Isidoro, además de ser una de las reliquias del románico con su panteón de los reyes de León, cuenta con el privilegio milenario de la exposición permanente del Santísimo.
No se sabe a ciencia cierta cuando comenzó este privilegio pero sí se conservan muchos documentos sobre la misma.
Cuenta Julio Pérez Llamazares en la «Historia de la Real Colegiata Basílica de San Isidoro de León», León (1927), que hay varios testamentos, fechados en entre 1614 y 1644 los primeros, donde se asignan diversas cantidades: 400 ducados en 1627 para la «luminaria del altar mayor de San Isidoro»; 2.000 ducados en 1614 «para poner velas ante el Santísimo manifiesto en el altar mayor de San Isidoro»; en 1642, Micaela de Herrera manda un censo de cien «ducados de principal» para ayuda del gasto de cera del Santísimo, «siempre descubierto, noche y día, en el altar mayor de San Isidoro».
El mismo Llamazares encuentra un resumen de una exposición que el prior y cabildo dirigen a la Reina Gobernadora donde dicen que el Santísimo se halla manifiesto desde el año 569, noche y día, al presente sobre un trono de plata «y que deseando grande veneración en el culto y reverencia exterior de aquel templo para el Smo. Sacramento de la Eucaristía se hallan sin los medios convenientes para continuar en esta veneración y culto con la asistencia de las luces y luminarias conveniente, según se debe a tan sagrado Misterio en un Convento Real… Y al presente habiéndose conservado con alguna veneración la luminaria y luces del Santísimo Sacramento hasta este tiempo, está ya muy disminuida y necesitada aquella Santa Iglesia y la renta de su fábrica, sin tener medios temporales para continuar en este obsequio y veneración, porque las fundaciones antiguas se han minorado, y perdido algunas de todo punto…»
En el siglo XVII una peregrina ponderaba así la Colegiata de San Isidoro: «Si yo fuera muy devota, en lo que yo me había de ocupar era en ver a San Isidro de León, pues aquella casa, en reliquias preciosas, es una Jerusalén; en indulgencias, una Roma; en grandeza de edificios, un Panteón; en religión, la anacoreta; en coro, un cielo; en el culto divino, riquezas, brocados, plata y oro, un templo de Salomón».
Nos encontramos también con el testimonio, en 1593, del Nuncio de S. Santidad, Camilo Cayetano, quien testifica que en San Isidoro de León, «por Privilegios e Indultos apostólicos, está siempre patente el Santísimo Sacramento».
La fundación de la sección
Así reseñaba el propio Luis de Trelles en La Lámpara del Santuario el inicio de la sección en León.
Podemos dar a nuestros lectores la buena nueva de que el día 3 de Marzo se fundó en León, gracias a Dios y a la cooperación activa del Ilmo. Sr. Obispo de aquella Diócesis, una Sección Adoradora del Santísimo Sacramento por la noche, con 80 miembros inscritos, y otra Sección de Camareras de Jesús Sacramentado, el 6 del mismo mes, con más de 60 señoras, cuya última agrupación se constituyó interinamente en el templo parroquial del Salvador, bajo la presidencia del expresado Sr. Obispo, en una solemne sesión á puerta cerrada.
Los Adoradores, repartidos en dos turnos, comenzaron á practicar su instituto en las dos noches del lunes al martes, y del martes al miércoles de Carnaval, con asistencia del Presidente del Centro Eucarístico de Madrid, que tuvo la honra de ser invitado con gran instancia por el grupo de Adoradores, á cuya reiterada solicitud no pudo negarse, porque era esto decidido empeño, que los nuevos Guardias del Cuerpo de Cristo por la noche, tenían de compensar y expiar, en estos días de pagana y ruidosa fiesta, los pecados, que en tales días y noches se cometen, mayormente en la Vigilia anterior y propia del Miércoles de Ceniza.
No podemos describir sin emoción el cuadro que en dichas dos noches presentaba la iglesia, y la solemnidad
con que se hizo la velada. Asistieron al primer turno sobre 30 Socios, y fueron éstos favorecidos con la presidencia de honor de varios Sacerdotes, entre los que se halló, en ambas Vigilias, el dignísimo Sr. Magistral de la iglesia Colegial de San Isidoro, Director Espiritual, quien tuvo la bondad de inaugurar la primera hora de recitación del Oficio Divino con otro Sacerdote, leyendo después la oración de desagravios y la de los agonizantes, y luego, en ésta y en otras horas dirigió la lectura meditable y preces finales, que se acostumbran en nuestras sesiones nocturnas de Adoración. ¡Dios sea bendito! y Él colme de bendiciones al ferviente Prelado que, no obstante las ocupaciones graves de su ministerio Pastoral, se ocupó, en horas extraordinarias, de autorizar la institución, corriéndose el Decreto de su puño al celoso Cura Ecónomo del Salvador, para que informase, como lo hizo con presteza, y autorizando el Sr. Obispo el mismo día la nueva institución. Puede decirse que en tres horas se hizo la solicitud, se decretó, informó el Párroco y resolvió favorablemente dicha solicitud el respetable é ilustrado Señor Salazar 1, Catedrático que fué de Ciencias Eclesiásticas en la Universidad de Madrid, Teniente Vicario que también ha sido de Madrid, y hoy muy digno Obispo de León. La segunda Vigilia del martes al miércoles se hizo con la asistencia de igual número de Socios que la anterior, y, como hemos dicho, asistió á ella también sin cansarse el citado Sr. Magistral.
La Lámpara del Santuario, Tomo XX, 1889, págs. 93-95
1 Se refiere a Francisco Gómez-Salazar y Lucio-Villegas que fue obispo de León desde 1886 hasta su renuncia en 1904.